lunes, 20 de julio de 2015

JM & AB

El pasado sábado, 18 de Julio, tuvo lugar una boda soñada desde hace un año, un ensueño que tuvo lugar en la Hacienda Vera-Cruz, cerca de la localidad de los novios y con un encanto especial que hizo que la decoración elegida por los novios encajara a medida.

La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de la Purísima Concepción de Brenes, una Iglesia del siglo XV decorada con flores para la ocasión. Para acompañar la ceremonia los invitados pudieron hacer uso de unos misales donde constaba cada lectura y canto. A modo de pay-pay pudo servir para refrescar la calurosa tarde.




Hay muchas formas de que los niños lleven los anillos, ésta sin duda es de las más originales, sobre un bastidor pintado a mano por la tía de la novia, Rocio Muñoz.














Todo iba enlazado, lavanda en el ramo de la novia y en cada rincón de la hacienda. Un toque muy rústico a la entrada de la hacienda con indicaciones de cada zona.




 El seating realizado sobre un árbol del que colgaban los meseros con imágenes de cada sitio que los novios visitarán en su luna de miel a New York. Los tonos azules predominaban en la decoración, por elección de la novia.




 A la llegada a la mesa, los invitados pudieron encontrarse con este bonito detalle, un ramito de lavanda con la leyenda "Gracias por acompañarnos"


Al igual, podían encontrarse los detalles que tuvieron los novios con ellos, y para que quedara claro, dos pequeñas pizarras que lo describían... ellos y ellas.




Y como detalles no faltaban, en los baños también había un "Kit de emergencias" para ellos y todo para estar perfecta durante toda la noche para ellas.







La mesa de firmas ya está siendo toda una tradición en las bodas para que los invitados tengan lugar de dejarle a los novios un bonito mensaje que guardarán para siempre.

 Como detalle, el horario del bus para la vuelta.
 Y para plasmar tu huella, un lienzo realizado por la tía de la novia, un bonito árbol que podrá enmarcarse como recuerdo de ese día tan especial.



Barra libre de tabaco, cigarros y puros con aromas. ¡Sírvanse!





Y para el photocall una bonita elección de citas célebres de distintos autores como Julio Cortázar, Mario Benedetti, Óscar Wilde, Platón o Williams Shakespeare.








Sobre los árboles colgaban tarros con velas que más tarde se iluminaron para dar un ambiente cálido y romántico al rincón del photocall. Otros tarros contenían flores del mismo tono que predominaba en toda la celebración.

 



Y la mesa más esperada... ¡la mesa dulce!
Con galletas personalizadas, chuches varias a juego con los tonos predominantes y detalles muy originales para endulzar la fiesta. ¡Azúcar!




 








Lo mejor para nosotras es que fue todo un placer trabajar para esta pareja y agradecidas de que contaran con "Una Boda en la Toscana" para un día tan especial en sus vidas.

¡Vivan los novios!